Por fin hemos ido a Viña del mar. La ciudad famosa, entre otras cosas, por su festival de la canción que se realiza en el mes de febrero (todo un acontecimiento en Chile).
Una ciudad, que junto al su cuidad vecina Valparaiso, está enfocada al turismo.
Valparaiso es más pesquera y está llena de cerros (pequeñas montañas). Lo gracioso de esta ciudad es que todas las viviendas miran al mar, por lo que es una gozada vivir allí. Y si no que se lo digan a Pablo Neruda que allí tenía La Sebastiana, una de sus tantas casas.
Para intentar hacer la vida más confortable a los habitantes y para interés de los turistas, Valparaiso también está llenita de funiculares que te suben a los cerros, aunque no todos funcionan, y los que los hacen funcionan a trompicones.
Otra de sus curiosidades es «museo a cielo abierto», un montón de obras de artes pintandas en las paredes de la cuidad de Valparaiso. Super entretenido.
Por lo que veo, la construcción de los 70 también llegó a las costas de Chile…
Ya no me pones a Nico con bombachitos, que mayor se le ve.
Aún tengo, pero mi madre ya no me deja ponerle bombachos, dice que es de bebé