Faltan menos de tres días y casi ni me lo creo, dentro de nada ya estamos allí con nuestra gente, sudando la gota gorda, compartiendo horchatas y sintiendo una ponentà de las buenas.
Podría decir que no estoy nerviosa, pero sería mentira. El avión me da un poco de respeto y además son demasiadas horas de viaje.
Por todo lo demás todo es ilusión. Ilusión por ver a la familia y a los amigos, por pisar Valencia, y por qué no decirlo por ir de rebajas.
La próxima ver que escriba desde mi tierra
Reciban un gran abrazo Curicano! Se están perdiendo un buen frío matinal. Así qué aprovechen el sol¡ qué por acá se extraña bastante.