Después de 7 meses más solicos que la una, ha llegado el mes de las las visitas. Primero 15 días mis suegrso e Inés, luego otros 15 mis padres, mi hermana y Jorge y mis sobris, y al final (pero no por ello menos importante) Octavio.
La cosa es que los niños no se lo creían hasta que empezamos a organizar la habitación de invitados, llegaron a ala conclusión de que tanto preparativo debía ser importante.
El sábado Pablo se fue a recogerlos al aeropuesto de Santiago, y un par de horas más tardes aparecieron por nuestra calle. Nico y Rocío estaban super nerviosos, y unos minutillos antes de que llegaran cogimos flores del jardín para la yaya Pepa y para Inés.
Teníais que ver la cara de los niños cuando los vieron, y mejor aún, … teníais que ver la cara de mi suegro cuando salió del coche.
Desde ese minuto, para Nico y Rocío no existe nada más que sus abuelos, solo quieren estar con ellos, dormir con ellos, que les pañen, que les cambien el pañal, que les cuenten un cuento. Qué vamos a hacer luego sin ellos !!!!
Tengo muchísimas ganas de veros¡¡¡ Faltan ya pocos días 😉