Parece que a Chile las desgracias le vienen de dos en dos. No nos habíamos recuperado de terremoto del norte y los posibles tsunamis de la costa chilena y a las dos semanas justas ¡plof! incendio en Valparaiso. Imaginaos la angustia de la gente con ese mega incendio que duró varios días.
Y como hace una semanas, todo el mundo se movilizó para llevarles todo lo que necesitarían para reconstruir las casas. Nosotros llevamos mascarillas y guantes a la Ermita de Schoenstatt, que por otro lado costaron una fortuna porque algunas empresas de construcción aumentaron sus precios al ver la demanda, siempre hay quien quiere sacar provecho de la situación.