¿Mamá cuando volvemos a casa?

Para quien todavía no lo conozca este es mi pequeño Nicolás, aún es mi pequeño aunque la princesa Ximena y sus grandes ojos azules le ha quitado el puesto de benjamín de la familia. Este pelirrojo travieso con carnet de súperheroe, nivel iniciación, y un miedo atroz al viento, me tocó ponerle piedras en los bolsillos para convencerle que no se volaría como Mary Poppins; me tiene robado el corazón y ahora más que nunca que se encuentra un poco desorientado en Inglaterra.

Cuando llegamos a Chile solo tenía año y medio, y para él Chile es su zona de confort, donde se siente seguro. Por eso de vez en cuando me pregunta: «¿Mamá cuando volvemos a casa? … es que mis compañeros me están esperando». Yo le intento explicar que estaremos aquí un tiempo y se queda más tranquilo. Otras veces me pregunta: «¿ha llegado mi invitación para el cumpleaños de Cristian?, me dijo que era justo después de Navidad y aún no me ha llegado»; Nico, le explico, no creo que podamos ir a ese cumple pero seguro que te harás aquí mil amigos y te invitarán a sus cumpleaños.

Bueno los comienzos siempre son difíciles. Dicen que los niños son esponjas y se amoldan fácilmente, yo creo que absorben todo lo bueno y lo malo, la ilusión de una nueva casa y los agobios de una mudanza; y que para amoldarse necesitan su tiempo como todos.

En el cole va integrándose poco a poco, se ha hecho amigo de un portugués y un niño que sabe un poquitín español, dice que son de su grupo de superhéroes.

Por ahora con el idioma vamos con calma; justo esta semana los niños tenían que disertar del numero ocho, yo he conseguido que Nico diga: la «spider» tiene «eight» patas. Vamos a ver como le sale porque a veces al «ocho» lo llama «ochou». Lo que le sale fenomenal es la palabra nueva que ha aprendido, y es que cuando me descuido me dice «cenkiu mamá».

Bueno no es ni el primer ni el último niño que ha llegado a Inglaterra sin saber Inglés, dentro de unos meses me tendrá que enseñar a mi a decir palabras. Mientras tanto le seguiremos apoyando para que se sienta más cómodo en su nuevo hogar.

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9 comentarios

  1. julia dice: Responder

    Mi niño…pobre..animo nico..eres fuerte y valiente y tienes unos papas muy muy superheroes que te van a ayudar a pasar este momentazo….y cuando seas mayor y hables ingles mejor que todos nosotros juntos,entonces le daras las gracias a tus papas.
    un beso amaparo..animo chicos de peores habeis salido!!!!

    1. amparoredondo dice: Responder

      Sí, es cuestión de tiempo. Un beso

  2. Carmen dice: Responder

    Te sorprenderás al ver como en unos meses hablará bien el inglés, los niños son unos esponja total, y como bien dices no es el primer ni único niño que llega a un país donde no hablan su idioma, así que mucho ánimo que todo cambio siempre viene bien, siempre cuesta al inicio pero al final de todo cuesta más a los mayores que los niños.

    1. amparoredondo dice: Responder

      Si vieras a Rocío te impresionaría. Tenía pequeñas nociones de inglés y se ha acoplado perfectamente. A Nico solo le falta soltarse.

  3. Lara dice: Responder

    Me ha dado pena este post, quizás sea porque todo lo que le pasa a un niño afecta más….ánimo Nico!!!

    1. amparoredondo dice: Responder

      Es un superhéroe en nada está haciendo superamigos nuevos.

  4. Anónimo dice: Responder

    Que mono, y que mayor!
    Por cierto, me encanta el uniforme.
    Seguro que aprenden enseguida, luego te harán de intérpretes.

  5. Noelia dice: Responder

    ains como me siento identificada. Cada vez que volvemos de las vacaciones de Espana, la primera noche es horrible, porque mi hijo no para de llorar diciendome que el no quiere vivir en Finalndia, que a el le gustaria vivir en Espana, que es donde tiene a sus amiguitos. Se me rompe el corazon en pedazos…..Pero le digo que esto es algo temporal, que tarde o temprano volveremos a Espana, aunque lo veo un pelin dificil
    Estos ninos son unos superheroes, y nosotras unas mamas muy valientes

    1. amparoredondo dice: Responder

      Si da penita, pero lo que están aprendiendo nuestros hijos no tiene precio. Esta experiencia les hace ser más fuertes y con mayor capacidad de adaptación. Al fin y al cabo ellos estarán felices si están con nosotras, je je

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