Si señores por fin llegó algo entretenido que hacer en Curicó. Después de 12 meses sin apenas fiestas interesantes volvió La fiesta de Vino. 4 días de puestecillos de comida, música, artistas callejeros, un escenario con folclore típico de la tierra; si cerrabas los ojos incluso parecía que estábamos en una verbena fallera.
Pero este año, al contrario que al anterior, hizo bastante frío y no lo pudimos disfrutar tanto.
Con los niños salimos un rato el sábado por la mañana para darnos una vuelta por lo puestecillos, y ¡sorpresa! encontramos queso curado Español, el cual por supuesto compramos a precio de oro.
Luego por la noche no solo hacía frío si no que diluvió. Los puestecillos de comida se choparon y dejaron de vender, las funciones se cancelaron y las luces de la plaza se apagaron varias veces.
Vamos, que después de 12 meses sin apenas fiestas interesantes volvió La fiesta de Vino, y llovió. El año que viene más.