ESTAMOS DE MUDANZA. Me temo que esta es la frase que más he escrito en este blog. Pero teniendo en cuenta que este blog nació para contar nuestra experiencia viviendo en el extranjero, pues tampoco me sorprende tanto.
La verdad es que tenía la esperanza de que la vez que volviera a utilizarla fuera seguida de un punto y coma, y la siguiente frase: «Volvemos a España». Pero no es así.
En este caso la mudanza no es internacional, sólo nos cambiamos a otra ciudad de Inglaterra. Lo que no quita que sea un quebradero de cabeza. La verdad es que la única diferencia radica en que cuando hacemos las mudanzas internacionales el movimiento lo reduzco a 4 cajas (con las cosas más importantes, paso de llevarme cosas que puedo volver a comprarme allí) y nuestras maletas. En las nacionales, meteré todo lo que pueda en la furgonetilla.
Am[o]dio las mudanzas
Am[o]dio las mudanzas, y eso ya es mucho. La mayoría de la gente sólo las odia, así que les llevo ventaja.
Adoro organizar y reorganizar las cosas que tengo en casa, y lo que más me gusta es tener una casa útil con lo que necesito. Fuera cosas innecesarias -y con innecesarias me refiero a cosas que no use como mínimo una vez cada 6 meses- que ocupan lugar en casa. Por suerte el haber hecho tantos cambios me ayuda bastante a tener lo justo y a no acumular.
Ya tengo mi primera caja llena.
Sabes de que te hablo: esa ropa que vas guardando por si acaso vuelves a cambiar de talla (y es un básico de Zara, no una prenda de coleccionista), ese regalo que te dieron en Navidad y fue directo al armario de los regalos que nunca quise y nunca usaré, o eso que compraste hace tanto tiempo y guardaste tan bien que cuando fuiste a necesitarlo tuviste que comprar dos más porque no sabías dónde estaba. Todo eso que quita espacio y coge polvo … Todo eso no lo soporto.
Cambiar de casa te ayuda a darle valor a las cosas y si además sabes que antes o después volverás a tener otra mudanza también hace que aprendas a vivir con lo que realmente necesitas. El tener cosas por si acaso … no te ayuda en el día a día.
—– Si quieres más información sobre mudanzas internacionales, échale un vistazo a este post ——
Pero la cara B de las mudanzas, dejando a un lado la parte materialista de mover los objetos en cajas, maletas o furgonetas, es volver a empezar de nuevo. Envidio infinitamente a esas personas que tienen una facilidad sobrehumana a la adaptación. Yo no soy una de ellas.
A mi me cuesta un mundo empezar de 0. Y no señores, no me reinvento cada vez, soy la misma pero reseteada, je je.
Volver a empezar
La mudanzas llevan consigo un estrés por la búsqueda de casa, de colegios, por volver a encontrar las tiendas que te dan confianza, por ubicar dónde está la consulta del médico o las extra-escolares de los niños. Las cosas más sencillas del mundo, los primeros meses se hacen un mundo.
Es esas estoy yo ahora mismo. Unas veces, contagiándome de la ilusión de los niños que ya piensan cómo decorar sus nuevas habitaciones y de cómo se proyectan jugando con los nuevos vecinos (no sé si esto pasará mucho porque los ingleses no se caracterizan por ser sociables); otras veces animando y disipando sus el miedo a volver a tener que buscar amigos de nuevo, que no es poca cosa.
Mientras tanto tengo la casa llena de cajas. Y preguntando como una loca con todo lo que me cruzo por delante (ropa, juguetes, libros, …) ¿cuánto usamos esto? ¿lo meto en la caja de la mudanza o en la de la caridad? Si sigo así voy a batir mi propio récord y me voy a llevar sólo 3 cajas en vez de 4.
Mucho ánimo y ya esperamos ver las nuevas reaaciones de los peques en sus nuevos colegios y conocer virtualmente la nueva zona de confort…MUCHA SUERTE…