Bodorrio en Jarafuel

Tenía muchas ganas de escribir este post. Y es que hoy es un día muy especial para dos grandes amigos, y, si bien no puedo estar compartiéndolo con ellos, quería que supieran que desde miles de kilómetros de distancia lo celebraremos con ellos.

Mi boda fue el mejor día de mi vida; quiero mucho a mis hijos y el día que nacieron fueron días especiales (el de Nico sin duda gracias a la ausencia de epidural), pero como mi boda no hay otro día igual. El cariño que recibes de la gente, la gran fiesta que organizas para celebrar tu boda e incluso todos los preparativos hasta llegar a ese día fueron geniales. Y por eso sé que para Ernesto y Mª Ángeles hoy será un día muy especial.

Me pasó con Mª Ángeles  que en cuanto la conocí, en el minuto 1, pasó a formar parte de ese grupo de personas que son como íntimas, con las que conectas un montón y siempre tienes algo de qué hablar. Y eso que el día en que nos conocimos fue un poco extraño: Estábamos preparando mi boda y, para darles las invitaciones a todos los amigos de Caminos a la vez, se me ocurrió hacer una fiesta en mi casa, pero decidí que fuera una fiesta sorpresa a Pablo (sin ningún motivo real, pensándolo bien es porque me moría de ganas de me mi hicieran a mí una). Así que Pablo y yo nos fuimos de casa toda la tarde y nuestros amigos se metieron en nuestra casa y prepararon todo. Se escondieron en la parte de arriba de la casa, encerrados y con los ventanales cerrados (con el calor que hacía con las vigas de madera). Ese día Ernesto llevó a Mª Ángeles, la pobre en silencio, a oscuras y pasando bastante calor. Hay mejor manera de integrarse en un grupo por primera vez, no???. 

Sé que la novia estará guapísima, ya lo es. Y que el novio tendrá sus 5 minutos de gloria, antes de que llegue la novia, claro; porque todo el mundo sabe que una vez llega la novia el pobre novio no tiene nada que hacer mas que decir: sí, quiero.

Así que disfrutadlo mucho porque no habrá un día tan bonito como éste.

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